LA GAVIOTA BLANCA
Gaviota obstinada,
palpitante vuelas,
rauda como el aire,
surcando los vientos
en vuelo constante.
Nadas sobre el mar,
rozando las olas,
remontas el vuelo
al azul del cielo,
mirando a la mar
sin pausa y con celo.
Duerme entre las rocas,
comes de los barcos,
de los peces cenas
la blanca y airosa,
de pico amarillo,
que come carroña
con sano delirio.
Roza la mesana
del barco velero,
y tuerce su vuelo,
sobre la bocana,
del placido puerto.
Ave zalamera
que vuela rumbosa,
blanca fastidiosa,
rapaz y golosa,
vendida a su suerte.
Así es la gaviota
de vuelo asombrosa,
sucia embajadora
de basura y roya,
que busca su vida
en mugre indecente.
La gaviota blanca
de croar ardiente,
mirando la pesca
se vuelve insolente.
Así es la belleza
que vuela con gracia,
con esa hermosura
de gaviota blanca.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
19 de abril del 2011
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